viernes, 17 de abril de 2015

Periodismo

Chihuhua, México
Más adolescentes expuestos al peligro
Un trabajador le salvo la vida a una joven y a su abuela.

Ayer por la tarde “Caperucita Roja” de solamente 16 años, fue atacada por un lobo feroz en medio del bosque. Su madre la mandó a llevarle provisiones a su abuela, quien estaba enferma.




El leñador nos cuenta los acontecimientos “cuando la vi pasando por medio del bosque me pareció raro, dada la situación de peligro en la que se podía llegar a encontrar, trate de seguirla, pero le perdí el rastro. Sabiendo que iba para el lado más poblado de la ciudad, fui a casa de su abuela, por un camino más rápido para asegurarme que había llegado a salvo. Una vez ahí, como nadie respondía la puerta, decidí entrar. El lobo estaba dormido y la habitación destrozada. Nunca había visto uno tan grande, por lo cual deduje que sus víctimas debían estar en su barriga. No dude en reaccionar y lo abrí al medio. Gracias a dios salieron enteras.”

Se considera que solo una mñinima parte de la violencia que reciben los adolescentes es la que finalmente es denunciada. Los adolescentes, por entrar a un mundo nuevo, merecen un esfuerzo extra por parte de toda la sociedad para hacerles menos traumática la transición de la niñez a la adultez. No los podemos seguir descuidando. Ellos experimentan cambios y nuevas emociones, sufren transformaciones en su cuerpo, pueden sufrir situaciones de indefensión, de bullying, malas influencias, incertidumbre en el futuro inmediato que pueden llevarlos al límite, poniéndolos en peligro.